Hacer ejercicio de manera regular reduce la aparición del dolor. Es la conclusión de un nuevo estudio científico publicado recientemente y que ha estado dirigido por investigadores de las Universidades de Iowa y Texas (Estados Unidos).
Este interesante estudio afirma además que el ejercicio es un tratamiento de primera línea para las personas que desarrollan dolor crónico. Los investigadores han demostrado que, tanto en investigaciones preclínicas como clínicas, el ejercicio regular (sesiones de ejercicio de rutina) produce alivio del dolor a través de múltiples mecanismos, como alteraciones en el sistema nervioso central y periférico.
Puedes consultar el estudio completo (en inglés) haciendo clic aquí.
Influencia del ejercicio rutinario sobre el sistema inmunitario periférico para prevenir y aliviar el dolor
El estudio explica que el ejercicio físico también puede alterar el sistema inmunológico periférico para prevenir o reducir el dolor.
En la investigación clínica, una sola sesión de ejercicio produce una respuesta inflamatoria aguda; sin embargo, el entrenamiento repetido puede conducir a un perfil inmunológico antiinflamatorio que conduce al alivio de los síntomas.
El estudio demuestra los beneficios clínicos e inmunológicos del ejercicio regular como intervención o tratamiento preventivo para promover un perfil inmunológico antiinflamatorio que posteriormente puede reducir el dolor.
El ejercicio como tratamiento contra el dolor crónico
Las sesiones agudas de ejercicio y el entrenamiento físico rutinario influyen en la respuesta inmunitaria de las personas con dolor crónico. La capacidad del sistema inmunitario para adaptarse a un estado antiinflamatorio con la intervención del ejercicio de rutina “puede proporcionar resultados prometedores para el tratamiento del dolor crónico”, según el estudio.
Además del dolor, los efectos antiinflamatorios del ejercicio de rutina pueden brindar múltiples beneficios para la salud, incluida la reducción de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes tipo 2, riesgo de cáncer, sarcopenia y demencia.
“Al tratar a pacientes con dolor crónico, los médicos deben considerar iniciar un ejercicio de intensidad baja a moderada que se adapte al paciente individual para ayudar a disminuir la respuesta proinflamatoria que generalmente se observa después de sesiones agudas de ejercicio de alta intensidad. Esto es de particular importancia cuando se prescribe ejercicio a personas no entrenadas o con capacidad física limitada”, aseguran los investigadores americanos.
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Programa de ejercicios adaptado al paciente en Metropol Salud
Al igual que nuestros profesionales, el estudio defiende promover “un programa de ejercicios que debe adaptarse a las necesidades individuales y la capacidad del paciente para ayudar a reducir las barreras a la actividad física de rutina y promover el cumplimiento de la intervención a largo plazo”.
“El objetivo del tratamiento debe ser establecer un programa de ejercicio a largo plazo que mejore el dolor, las actividades de la vida diaria, la calidad de vida y la función inmunológica”, concluye la investigación.
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